Seguramente has visto que tu perro se rasca constantemente hasta el punto de causarse heridas. Eso posiblemente se deba a algunas principales alergias que comunmente se dan en los perros como por ejemplo la alergia a la saliva de las pulgas, las alergias ambientales y las alergias alimentarias.
Los signos clínicos en todos estos tipos de alergías son prácticamente los mismos, por lo que ofrecer un diagnóstico específico puede resultar algo dificil. Además es importante saber que los perros pueden llegar a padecer más de una alergia a la vez.
La mayoría de las veces la alergia a las pulgas está causada por la pulga del gato, pero también las pueden provocar otras especies de pulgas. Esta alergia pueden aparecer a partir de las 6 semanas de edad. Las proteínas de la saliva de una sola pulga puede ser desencadenante de esta hipersensibilidad. La mayoría de los perros que tienen contacto esporádico con las pulgas se ven afectados por una alergia, pero los perros con un contacto contínuo pueden llegar a desarrollar algún tipo de tolerancia; es por eso que podemos ver algunos perros en la calle llenos de pulgas y sin problemas de este tipo de alergia.
La atopia, es una alergia a diversos agentes ambientales y afecta aproximadamente al 15 % de los perros. A diferencia de la alergia por pulgas, algunas razas son más propensas que otras a la atopia, por ejemplo, los golden retriever, los labradores retriever, los dálmata, el pastor alemán, el bóxer, el bulldog inglés, el shar pei y entre otros.
Ésta alergia aparece generalmente entre el primer y tercer año de vida y rara vez antes de los seis meses de edad o en perros más adultos. Éste tipo de alergia es ocasionada por el contacto del perro con algunas hierbas, ácaros del polvo y mohos que ocasionan una fuerte producción de anticuerpos inapropiados, que provocan una gran reacción secundaria inflamatoria que daña la piel causando las lesiones caracteristicas.
En el caso de las alergias alimentarias, tampoco existen razas o sexos con mayor tendencia a padecerlas, y estas pueden comenzar a cualquier edad. Pero OJO se debe tener en cuenta que una verdadera alergia de este tipo tiene lugar cuando un perro ha ingerido un alimento específico durante un largo periodo de tiempo antes de que se produzca la reacción. Un animal sano desarrolla una tolerancia inmunológica a los componentes de la comida.
Los causantes de este tipo de alergia se llaman alérgenos; en el perro son las proteínas o los compuestos proteicos que contiene el alimento. Cada proteína puede producir reacciones alérgicas y la probabilidad de que estas aparezcan aumenta con la frecuencia de su ingesta. Los alérgenos más comunes son la carne de res, la leche y sus derivados, tambien los huevos, el trigo y la carne de pollo. Las alergias alimentarias pueden tener reacciones inmediatas y tardías, o una combinación de ambas. Por eso los signos clínicos pueden aparecer pasados los 30 minutos, algunas horas o incluso días y semanas tras la ingesta de los alérgenos.
¿Cómo Saber que tipo de alergia tiene?
El principal signo clínico de todas las alergias es la comezon o picor. En las alergias a las pulgas esto afecta principalmente a la mitad posterior del cuerpo, la parte posterior de la espalda, la grupa, la base de la cola, las patas traseras y el abdomen. Los perros se rascan y frotan estas zonas, lo que en ocasiones puede originar una herida inflamada y con fuerte picor. Es muy común tambien que las bacterias lleguen y colonicen las heridas, lo que intensifica más la picazón.
En el caso de atopia y las alergias alimentarias, el tipo de picor es muy similar, lo que dificulta diferenciarlos. El picor tiene lugar en la cabeza, las patas, los hombros, el abdomen, el área interna del muslo y las orejas. En las patas aparecen inflamaciones entre los dedos y las almohadillas; también, se puede inflamar el conducto auditivo externo de los oídos. Las bacterias y las levaduras tambien atacan la piel dañada, lo que causa una infección secundaria y más picor. Asimismo, la alergia a ciertos alimentos puede estar acompañada de problemas gastrointestinales como vómitos, diarrea, flatulencias, cólicos o heces de muy mal olor.
¿Cómo se diagnostica la alergia en perros?
Ya que los signos clínicos son muy parecidos, su diagnóstico es algo complicado. Además, un perro puede padecer más de una alergia al mismo tiempo. Tampoco existen pruebas que ayuden a distinguirlas. Por eso, una alergia se determina mediante un diagnóstico de exclusión. Además de una historia clínica completa y una descripción física de las lesiones pueden ofrecer cierta incliniación a un diagnçostico. Entre estos se encuentran la raza, el sexo, la edad actual, la edad a la que empezaron los signos clínicos, el tipo de alimento que consumen, el lugar del picor o los signos en la piel, la existencia de signos parecidos en otros perros de la camada o sus padres y el momento del año en el que estos ocurren.
Tratamientos
El mejor tratamiento para las alergias es evitar a los alérgenos desencadenantes, lo cual puede ser complicado dependiendo del tipo de alergia. El tratamiento de una alergia a las pulgas consiste en eliminar las pulgas y desparasitar al perro periodicamente. Para esto se pueden utilizar distintos productos como spray antipulgas, pipetas, pastillas masticables y hasta los collares antipulgas son muy eficaces.
Es obligatorio tambien que los demás animales que habitan en casa deberían recibir un tratamiento antipulgas de manera regular para que el perro alérgico no tenga contacto con estos parásitos externos. Además, es necesario tratar y limpiar de manera minuciosa el entorno, especialmente en el caso de aquellos animales alérgicos que ya tienen pulgas. Para esto pueden utilizar algunos productos que se diluyen con agua como la cipermetrina o deltametrina, con los cuidados necesarios que indica cada productos en sus instrucciones de uso.
Conocer el alérgeno causante de la alergia alimentaria como, por ejemplo, la carne vacuna, es una ventaja, ya que solo hay que excluirlo de su dieta para que el perro pueda volver a comer con normalidad. Si no se puede descubrir el alérgeno o el perro tiene hipersensibilidad a diferentes proteínas, puede ser conveniente una dieta medicada.
Aquí tambien les dejo el tratamiento con glucocorticoides o antihistamínicos, pero deben saber que estos medicamentos ayudan por un periodo corto y no es bueno darselos por varios dias seguidos además que no son tan útiles para los picores de las alergias alimentarias como en el caso de las alergias a las pulgas o la atopia. Las enfermedades secundarias como la otitis y las infecciones cutáneas requieren un tratamiento adicional.
El tratamiento de una atopia es un verdadero reto, porque resulta prácticamente imposible evitar los alérgenos causantes de las alergias. Si los picores solo aparecen unos pocos meses al año, estos se pueden tratar con un medicamento que los alivie. Si esta picazón afecta a tu perro durante un tiempo prolongado, se recomiendan medicamentos más específicos. Hasta ahora en el mercado veterinario sólo existe un medicamento que se puede utilizar prolongadamente sin contraindicaciones se llama Apoquel, son unas pastillas masticables altamente efectivas y confiables.
Y por último debemos saber que la prevención de la alergia es difícil, ya que para su desarrollo entran en juego muchos factores. Aunque ya se sepa que el perro padece una alergia, puede padecer de otras. Para evitar una alergia a las pulgas, se debería proporcionar un tratamiento antiparasitario adecuado y periódico. Además, es recomendable alimentar a los perros con diversas fuentes proteicas y variadas. Sin embargo, algunos tipos de carne se deberían evitar, ya que si constituyen la base de la dieta pueden desencadenar una alergia.
Y sabiendo que la atopia es un tipo de alergia hereditario, se recomienda que los perros alérgicos no tengan descendientes.